lunes, 1 de febrero de 2016

El negocio literario en Youtube



Los booktubers son esos críticos literarios a los que les basta una webcam y su dormitorio de fondo para atraer 20.000 abonados de media con sus recomendaciones de lectura. En teoría, una afición minoritaria condenada a su desaparición en papel. En la práctica, estos jóvenes de todo el mundo han rescatado una profesión casi extinta y le han dado una nueva vida online. A golpe de booktags han ampliado sus contenidos, a priori muy limitados, y han hecho de su sencillez la mayor virtud de este círculo de lectores del siglo XXI.

Su audiencia oscila entre los 15 y los 40 años. Javier Ruescas es uno de los pioneros en España; es escritor, editor y periodista y lleva desde 2012 hablando de libros en Youtube a sus más de 80.000 subscriptores. Con 12 novelas publicadas y un destacado interés por la literatura juvenil, él representa la voz de la experiencia y el análisis profesional en profundidad frente a los booktubers más próximos a la mayoría de edad que hablan únicamente desde su entusiasmo.

Todos ellos siguieron el modelo de los anglosajones que, dicen, trasladaron el concepto fashion haul (nuevas adquisiciones) de las blogueras de moda al universo literario sentando precedentes entre los latinoamericanos y posteriormente, los europeos.

Se convocan certámenes y encuentros, reciben ejemplares al mismo tiempo que la prensa e incluso se promocionan algunos nombres de gurús desde las páginas web de los gigantes editoriales. Hasta ahora, estos vloggers habían logrado que se hablara más de su pasión que de monetización o publicidad encubierta pero quizá sea cuestión de tiempo que se abra con ellos el mismo debate que plantean las Youtubers de belleza o de moda.

Desde luego, sus nombres aún no son tan conocidos como los de otros vloggers pero como influencers pueden impulsar o precipitar las ventas de un ejemplar en menos de 3 minutos. Es lo que suelen durar sus críticas y lo que necesita uno de sus vídeos para viralizar.

Bien lo saben en Latinoamerica donde los más veteranos han llegado a acumular cientos de miles de suscriptores. De nuevo, están lejos de los números que suman otros Youtubers cuyo rostro ya sirve de reclamo comercial pero los booktubers mexicanos o argentinos han consolidado su posición en internet y ya han dado el salto a ferias o presentaciones de libros donde su mera presencia se considera una garantía de calidad.

La más buscada es Fa, como conocen sus casi 280.000 seguidores a la mexicana Fátima Orozco de Laspalabrasdefa.

En una época en la que lo más cerca que parecía estar la literatura de internet eran los resúmenes que los estudiantes buscaban para sus trabajos o las descargas ilegales de los libros electrónicos, estos jóvenes han abierto nuevas salidas a los estudiantes de humanidades y han subido la media intelectual de los contenidos en Youtube. Sus homólogos en otros géneros les llevan años y suscriptores de ventaja pero ellos pueden presumir de haber convertido los libros en Trending Topic.

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