Cara trabaja como analista de computación, y luego de dos matrimonios fallidos, en los que sufrió episodios de violencia y abuso, decidió dar un giro a su vida.
"Me sentía avergonzada y estaba preocupada de que no tuvieran autoestima ni confianza. La realidad es que cuando enfrentas ese nivel de terror, sólo estás en modo superviviente. Estaba preocupada de que si uno de ellos dejara la casa, no lo volvería a ver nunca más”
Cara se decidió a construir, con su propias manos, un nuevo hogar para ella y sus hijos, sin importar que no tuviera conocimientos, experiencia ni el dinero necesario para llevar el proyecto a cabo.
En 2007, cuando viajaba en auto junto a sus hijos, Cara tuvo una idea al ver una casa que había sido destruida por un tornado y de la cual solo quedaban los cimientos.
"Me hizo pensar en comprar tablones y aglomerado y ponerlos juntos a ver qué pasaba. ¿Cómo sería la casa de nuestros sueños? ¿La querríamos construir?”
Sin dudarlo más, Cara pidió al banco un préstamo por 150 mil dólares, con los que compró materiales y se puso a construir su nuevo hogar. Para lograr su cometido, comenzó a ver tutoriales de construcción en Youtube.
"Mientras hacíamos esto, fuimos descubriendo cómo comunicarnos mejor”
Al terminar, tenían en sus manos una casa de 325 metros cuadrados, con 5 dormitorios y un garaje. Fue bautizada como La Mansión Inkwell y ha sido su hogar por 8 años.
"Mis hijos ahora son valientes, se atreven a todo. No hay nada que les sugieras que no pueden hacer, es algo increíble”.
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