domingo, 20 de diciembre de 2015

Novedad Youtube(r)



Este 2015, entre otras cosas se celebran los 10 años de YouTube, plataforma que entre varias de sus virtudes tiene el generar un fenómeno cultural insospechado, los youtubers, en un formato asociado con géneros periodísticos como el talk show, el reality, el stand up, las videocartas y la celebración deliberada de la cultura de masas.

La narrativa youtuber parece haber tomado los celulares de los y las adolescentes del mundo, elemento que no pasa desapercibido al realizador Alí Agarom en I’m future, que atiende el proceso de creación e ideación de un youtuber en tiempo real, es decir, mediante el registro de cómo Alis, la protagonista, decide volverse youtuber a la salida de su escuela después de sufrir una terrible humillación. La misma decisión, para la aventura en YouTube, la vemos en el cortometraje del realizador activista Búlgaro Pavel Mali con Welcome to Europe, el cual monta imágenes situándose él como presentador (youtuber) de contenidos referidos al acoso y violencia hacia los miles de desplazados-refugiados sirios ingresando a Europa vía Bulgaria. Y por supuesto el militante cineasta y youtuber eliminado Dolunay, quien viralizó la película Dhuha, que fue retirada de las redes. El filme fue creado con material únicamente disponible en la red social construye un futuro de destrucción sobre occidente para concluir con testimonios de niños y niñas palestinos.

Si bien estos ejemplos actuales sobre el fenómeno YouTube y el sucedáneo youtuber permiten pensar lo instantáneo, el montaje, la reapropiación, resignificación y la persecución de fama encuentran una frontera en su misma particularidad, es decir que este material no es de origen desconocido, no pertenece a hallazgos “arqueológicos” como supone el found footage, pues éste recicla materiales encontrados en su mayoría, nociones que hoy por hoy están en revisión.

Sin embargo, uno de los eslabones más importantes de este nuevo cine, de la llamada “Era YouTube” realizado con material disponible en esta red social es Iraqi Short movie (2008), de Mauro Andrizzi, que construye un relato que intuye la violencia que se viene generando tras la caída de Sadam a favor de una venidera yihad mundial. Construida con materiales de YouTube, el director argentino inauguró una nueva era, no solo de consumo de imágenes, sino de creación de sentidos a partir de la apropiación y montaje de materiales disponibles en la enciclopedia audiovisual que es YouTube. Y por supuesto evidencia que la guerra es, antes que nada, cuestión de propaganda, entendida como manipulación, engaño y montaje.

En el caso de Bolivia tenemos el asombroso videoclip de la banda Gato Diablo Nunca tendremos mar que monta con material reciclado, pues una virtud del género es la cinefilia. Asimismo, con material robado, reciclado, Sergio Pinedo crea Volivia (2014) conjugando con la técnica datamosh y en 2015 estrenó Procrastinación, sin lugar a dudas el largo más importante exhibido este año.

Esta primera década de YouTube cierra en Bolivia con una decena de youtubers, a cual peor que el otro, pues se encaraman en discusiones futboleras, políticas adolescentes y desengaños. Una de las bases y éxito del género youtuber fue la venganza producto del desamor, en este rigor tenemos a Carlita, que tras destilar su odio y desamor a un tal Fernando, con episodios discontinuos en YouTube desde 2014, editó una película corta próxima al género epistolar en la que expone todo el calvario de una joven. Sin embargo, más interesante es el proyecto que realiza Eljose, cuyos capítulos son los más vistos en la escasa historia del género en Bolivia; además se encuentra realizando un proyecto cinematográfico para esta plataforma con los recursos de la misma, es decir materiales prestados para intentar psicoanalizar a sus exparejas e intentar retratar el amor burgués en tiempos de Evo.

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